Més reflexió, més físic, més tensió.

Avuí el bloger fa el seu paper d'oide, però amb el que ha sentit en té prou. Quina raó allò de mal acaba el que malament comença... l'entrenament de divendres ja va començar malament i les conseqüències van ser palpables en la majoria... a vegades només amb jugar no n'hi ha prou. Cal fer-ho amb ganes... i d'aquestes estavem curts dissabte.
Més reflexió: recomanable lectura d'una carta d'una jugadora de 14 anys, que ha publicat La Vanguardia

¿Padres o hijos ?
Tengo 14 años y juego en un equipo de baloncesto en el colegio. Hace tiempo que me preocupa el comportamiento de algunos padres que asisten a los partidos. Cuando vienen a vernos deberian dedicarse a disfrutar del partido, ver como juegan sus hijos y valorar el esfuerzo y el trabajo que han llevado a cabo durante toda la semana en los entrenamientos. Si hay algún tipo de problema en el campo, o el árbitro no pita bien, lo que no deben hacer es chillar e insultar. Por otra parte, no veo nada bien que para animar a tu equipo, algunos padres deban meterse con los jugadores del equipo contrario. El verbo animar no incluye los conceptos insultar, herir sentimentalmente o molestar, por lo menos hasta donde llega mi castellano. Quiero dar las gracias a los padres y madres que cuando el equipo contrario realiza una buena jugada o mete una canasta complicada, les aplauden y, en lugar de enfadarse, son capaces de reconocer el mérito de dicha jugada. A nosotras nos encanta que los padres vengan al campo a animarnos, pero de buen rollo, por favor.

PAULA CASANOVA
Barcelona